martes, 25 de agosto de 2009

ECOSISTEMA DE PARAMO

LOS ECOSISTEMAS DE PARAMO







Ubicacion En Colombia




En las regiones tropicales, existen ecosistemas que se ubican entre la línea de nieves perpetuas y las de bosque de dosel cerrados. Estos se encuentran dispersos en las altas cumbres de montañas tropicales de Sur América, Centro América, sur de Norte América, Hawaii, Africa, Malasia y Nueva Guinea. Regionalmente , estos ecosistemas reciben diferentes nombres. Zacatonales (Norte de Méjico y Guatemala), Páramos (Centro y Sur América), Puna (norte de Perú), Falca (Altiplanos secos de Los Andes centrales, ecosistemas Afro-Alpinos (Africa) y bosques alpinos tropicales (Malasia) (Luteyn 1999).
El término vegetación alpina aplicado a estos ecosistemas, no se ajusta a las características climáticas propias de los ecosistemas de alta montaña tropicales, por ser un término derivado de áreas temperadas. Por esta razón, muchos autores han preferido el uso del término páramo en un sentido amplio, aplicando a todos los ecosistemas tropicales de alta montaña este término, unido a un adjetivo que denote su ubicación geográfica, (ejemplo, páramos africanos, páramos americanos). Para propósitos de esta Flora, usaremos el sentido regional de páramo, refiriéndonos a los ecosistemas de alta montaña del centro y norte de Sur América (Figura I).
Los primeros europeos que visitaron este ecosistema, encontraron una gran similitud entre estos y las planicies de pastizales de castilla central, los páramos españoles. La palabra páramo tiene origen en la palabra latina paramus, la cual se refiere a “cualquier lugar frio y desamparado (Real academia española, 1970 ).
FiguraI. Distribución actual de Los Páramos (
Luteyn, 1999)
FiguraII. Area ocupada por los páramos durante la última glaciación y en el presente (van der Hammen, 1986)
La distribución altitudinal de la biota de la cordillera de Los Andes, especialmente la biota de los páramos, es el producto evolutivo de la historia geológica de esta cordillera (Figura II). Mediante registros palinológicos (van der Hammmen y Cleff, 1986) se ha hallado evidencia de que la vegetación precursora de los actuales bosques de páramo (pre-páramo) posiblemente se remonta al Mio-Plioceno, y puede tener diferentes orígenes: 1. a partir de vegetación procedente de los embriónicos "paramillos" y del bosque andino (elementos Neotropicales); 2. elementos Austral-antárticos que migraron por la Cordillera de Los Andes; 3. elementos Holárticos que arribaron a través del Itsmo de Panamá.
Durante el Plioceno-Holoceno ocurrieron levantamientos de La Cordillera de Los Andes a alturas de 2000-3000 m. Es en este período donde se han realizado los primeros registros de vegetación típica de páramos, sin embargo, el número de especies de plantas era menor al que se encuenta en los páramos actuales. Estas comunidades vegetales han sido descritas como vegetación de proto-páramo. En esta época nuevos elementos florísticos fueron añadidos a esta vegetación, especialmente taxa provenientes de zonas temperadas de distribución amplia. A la flora del páramo también arribaron elementos de distribución amplia de orígen, tropical y cosmopolita (van der Hammmen y Cleff, 1986).
Posteriormente, al alternar períodos glaciales con interglaciales, los límites del bosque de páramo sufrieron cambios, produciendose períodos de distribución restringida en “islas biogeográficas” seguidos de períodos de distribución amplia, en los cuales los taxa aislados podían dispersarse a nuevas localidades. En Colombia, los límites de los cinturones de bosques han variado desde el período pleniglacial inferior hasta el Holoceno, variando la amplitud de los bosques de páramo.
Los páramos presentan un clima frío y húmedo, con súbitos cambios en el estado atmosférico y, aunque la fluctuación de temperatura anual es pequeña (2 a 10 °C) los cambios de temperatura diaria varían desde el punto de congelación hasta los 30°C, estas fluctuaciones producen un ciclo diario de congelación, aumento de temperatura y fuerte exposición a la radiación solar que algúnos autores han descrito como un “verano cada día-invierno cada noche” (Chardon 1938). Estas condiciones climáticas se hacen más severas al aumentar la altitud. Las condiciones altitudinales y climáticas extremas producen fuertes presiones de selección en la comunidad vegetal, la cual debe estar adaptada para: 1. aire con menor humedad relativa y menor presión parcial de gases como CO2; 2. cambios extremos de temperatura ambiental; 3. intensa radiación ultra-violeta; 4. cambios rápidos en insidencia de luz solar, produciendo una rápida adquisición o pérdida de calor; 5. aumento de la transpiración, producto de una atmósfera sérica; 6. reducción del recurso hídrico debido a la combinación de bajas temperaturas, transpiración intensa durante períodos de exposición a la alta radiación solar, alta acidez del suelo y alta presión osmótica del suelo que dificulta la absorción de agua por las raíces y 7. daño físico por congelamiento; (Acosta-Solís, 1984;
Cleeff, 1981; Little, 1981, Vareschi, 1970; Luteyn, 1999).
La actual convergencia de diferentes taxa no relacionados en diversas adaptaciones, como respuesta a los factores climáticos evidencia las fuertes presiones evolutivas que han actuado sobre la vegetación de este tipo de bosque. En taxa filogenéticamente no relacionadas encontramos especies que convergen en su forma de crecimiento, por ejemplo, en forma de roseta, arbustos enanos, cojín, macoyas y plantas geófitas. Como adaptaciones morfológicas encontramos convergencias en la presencia de médula, y producción de hojas micrófilas. Estas fuertes presiones de selección, unidas a una historia compleja de aislamientos geográficos seguidos de períodos de dispersión durante los períodos glaciales en los que el rango de distribución de los páramos se hace mayor, uniendo las “islas biogeográficas”, han originado luego de por lo menos cuatro millones de años de evolución mas de 30 géneros endémicos (cerca del 10% del total), y en la Cordillera Oriental cerca de 250 especies endémicas (cerca del 35%) (van der Hammmen y Cleff, 1986).




Caracteristicas Del Paisaje




En los páramos la vegetación natural dominante está representada por:Musgos: Entre estas especies se encuentran los musgos de la turba (Sphagnum spp) y el llantén de páramo (Plamtago rigida), característicos de zonas pantanosas. Pajonales o Gramíneas: Están representados por la paja ratón (Callamagrostis), carrizo (Cortadeiras), frailejón (Espeletia spp), chite (Hypericum), vira-vira (Gnaphalium spp), chusque (Chusque spp), romero de páramo (Senecio spp), gaque (Clusia spp), y cardo (Puyas). Arbóreas y arbustivas: Compuestas por mortiño (Hesperomeles spp), chilco (Baccharis spp), quiebra barriga (Pernettya spp), y encenillo (Weinmania spp).
Estas especies ayudan a la regulación y captación de agua proveniente de los procesos de condensación en ésta zona. La estructura y composición del subparamo corresponden a un mosaico de formaciones arbustivas, que también cumple una función esencial de protección, mantenimiento y recarga de acuíferos.




Topografia




A pesar de que se puede hablar del páramo en toda su extensión, su diversidad es notable. Posiblemente la imagen más común de un páramo es la de un pajonal salpicado de especies arbustivas, lagunas y pantanos, con grandes nevados en el fondo. Pero el páramo de pajonal no es el único.
Especialmente en Venezuela y Colombia, pero también en la parte norte del Ecuador, los frailejones (del género
Espeletia y otros cercanos) dominan claramente la vegetación. Estas grandes plantas con una roseta de hojas grandes y peludas sobre un tronco largo le dan al paisaje un aspecto único. Otros tipos de páramo tienen que ver con la precipitación: hay páramos extremadamente húmedos, especialmente los que dan hacia la vertiente amazónica de los Andes, y páramos bastante secos, como los de las faldas del Chimborazo en el Ecuador. La parte más alta de los páramos, cerca de las nieves eternas, se denomina superpáramo y está formado por un suelo rocoso cubierto escasamente por plantas muy resistentes.
La respuesta a la pregunta de cuán natural es el páramo depende del país en donde se haga la pregunta. En Colombia y Venezuela se considera que el páramo es básicamente un ecosistema natural, con escaso o muy localizado impacto humano fuerte. En el Perú y especialmente en el Ecuador se considera que mucho del páramo de pajonal, el más extenso, es producto de una acción antrópica que ha transformado bosques, matorrales y humedales en pajonales. Esto, sin embargo, no quiere decir que un pajonal sea un ecosistema necesariamente degradado y pobre.




Climatologia




La gran altura en sitios tropicales produce un clima especial que puede resumirse en “invierno todas las noches y verano todos los días”.
La menor densidad de la capa
atmosférica, común de las grandes altitudes, permite una mayor intensidad en la radiación ultravioleta y simultáneamente una mayor disiación de la energía luminica, especialmente la infrarroja, que es la principal contribución en calor para el planeta. Esto provoca, por ejemplo, que la piel humana al descubierto se quema muy fácilmente y a la vez el clima sea generalmente frío, especialmente en las madrugadas.
La estacionalidad diaria de los páramos es superficialmente parecida a la estacionalidad anual propia de latitudes templadas y polares. Una consecuencia de ella es que algunos animales, como los colibríes del
Chimborazo (Oreotrochilus stella) “hibernan” durante las horas más frías. Algunos insectos, por su lado, sólo están activos en las horas del alba o del crepúsculo, cuando las radiaciones son tolerables y aún no hace demasiado frío. El particularmente inestable clima del páramo, a demás de frío, es nublado y lluvioso, aunque hay horas de sol intenso.





Flora






Las plantas de los páramos presentan una serie de adaptaciones que les permiten sobrevivir en un ambiente bastante hostil. Muchas tienen pelos que guardan el calor y hojas duras que evitan que se pierda agua por evapotranspiración. En general son especímenes achaparrados para protegerse del frío y el viento, aunque los frailejones (Espeletia y géneros afines) y las achupallas (Puya), a más de algunas especies de árboles, pueden alcanzar varios metros de alto. En algunos casos las adaptaciones pueden ser muy sofisticadas; en otros están prácticamente ausentes y estas especies deben aprovechar los microclimas generados por el resto de la vegetación.
Las familias de plantas más importantes son las
Asteráceas (que incluyen a los frailejones), las Orquidáceas y las Poáceas o gramíneas. La especie posiblemente más ampliamente distribuida, la paja Calamagrostis intermedia, pertenece a esta última. Otras familias importantes son Apiáceas, Blecnáceas, Brasicáceas, Bromeliáceas, Campanuláceas, Ciperáceas, Dicranáceas, Driopteridáceas, Ericáceas, Eriocauláceas, Escrofulariáceas, Gentianáceas, Haloragáceas, Hipericáceas, Juncáceas, Lentibulariáceas, Licopodiáceas, Lobeliáceas, Loganiáceas, Melastomatáceas, Onagráceas, Plantagináceas, Rosáceas, Rubiáceas, Solanáceas, Violáceas y Valerianáceas. A pesar de que los árboles son en general escasos, se pueden encontrar bosquetes hasta por sobre los 4.000 metros de yahuales o queñoas (Polylepis spp.) y otras especies arbóreas como el quishuar (Buddleja incana). En toda la extensión de los páramos en Sudamérica hay más de 4.000 especies de plantas, con un 60% de endemismo ecosistémico. Algunas de ellas se han convertido en alimento común de las poblaciones humanas altoandinas, especialmente el melloco o ulluco (Ullucus tuberosus), la oca (Oxalis tuberosa) y la mashua (Tropaeolum tuberosum).









Fauna




Los animales también presentan importantes adaptaciones para guardar el calor, como pelajes densos y colores oscuros. Las adaptaciones etológicas también son comunes.
Algunos animales propios (no necesariamente exclusivos) de los páramos son el
oso de anteojos (Tremarctos ornatus), el lobo o zorro de páramo (Pseudalopex culpaeus), el conejo (Sylvilagus brasiliensis), el gato de páramo (Felis colocolo), el venado de cola blanca (Odocoileus virginianus), varias especies de roedores, el cóndor (Vultur gryphus) y varias especies de águilas, gaviotas, patos, búhos y colibríes. El sapo llamado en el Ecuador "jambato" (Atelopus ignescens) era muy abundante hasta hace pocos años pero a la fecha se puede decir que está totalmente extinto. El género de lagartijas Stenocercus es uno de los pocos representantes de los reptiles. La fauna acuática tampoco es muy diversa e incluye a las preñadillas (Astroblepus). La fauna de invertebrados aún no es bien conocida en toda la extensión de los páramos.Fauna [editar]
Los animales también presentan importantes adaptaciones para guardar el calor, como pelajes densos y colores oscuros. Las adaptaciones etológicas también son comunes.
Algunos animales propios (no necesariamente exclusivos) de los páramos son el
oso de anteojos (Tremarctos ornatus), el lobo o zorro de páramo (Pseudalopex culpaeus), el conejo (Sylvilagus brasiliensis), el gato de páramo (Felis colocolo), el venado de cola blanca (Odocoileus virginianus), varias especies de roedores, el cóndor (Vultur gryphus) y varias especies de águilas, gaviotas, patos, búhos y colibríes. El sapo llamado en el Ecuador "jambato" (Atelopus ignescens) era muy abundante hasta hace pocos años pero a la fecha se puede decir que está totalmente extinto. El género de lagartijas Stenocercus es uno de los pocos representantes de los reptiles. La fauna acuática tampoco es muy diversa e incluye a las preñadillas (Astroblepus). La fauna de invertebrados aún no es bien conocida en toda la extensión de los páramos.






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